Serie F: objetuando (50): Especial merchandising bancario
Los bancos y cajas de ahorro siempre han sido muy dados a agasajar a sus clientes con todo tipo de regalos, dádivas y aguinaldos, para intentar contentarlos y complacerlos, en lugar de ofrecerles mejores tipos de interés o hipotecas menos sanguinarias. Esos presentes iban desde la irresistible vajilla de 24 piezas hasta una tablet de cuarta gama ya en estos tiempos de conectividad total, pasando por el recurrente parasol para el coche. Pero sin duda alguna los obsequios más abundantes suponían todo un rosario de fruslerías compuesto por bolígrafos, llaveros, cajas de cerillas e incluso caramelos, entre otras bagatelas, y que por lo general solían ir marcados con el marchamo gráfico de la entidad, o sea, logos, emblemas y demás componentes de marca. Y es ahí donde más nos interesan estas menudencias bancarias, donde poder observar ( y disfrutar ), a la vez que realizar uno de nuestros queridos juegos de arqueología de branding donde mostrar antiguas marcas ya desaparecidas, otras mutadas en su denominación con su consiguiente cambio gráfico, o bien diversas evoluciones visuales de algunas marcas financieras.
Como la inexistencia del ánimo de exhaustividad es uno de los pilares de este Parche nos centraremos en tres de esos objetos mínimos, aunque sabrosos, ofrecidos por los bancos a su excelsa clientela.
.- Llaveros
Doble B para el Banco de Bilbao, antes de la macrofusión que dio lugar al BBVA
El Banco Hispano Americano, también antes de otra macrofusión, con un logotipo bastante vanguardista, que puede recordar a un amanecer, o como fue en tal caso, un ocaso.
Con su denominación en catalán el Banco de Sabadell recuerda su origen, además de mostrar una pintoresca escena decimonónica de la actividad bancaria.
En 1980 el Banco Vitalicio celebró su centenario. Destaquemos su logotipo con la V comprimida.
El pequeño Banco de Granada mostraba en su reverso el símbolo más granado de la ciudad de origen, además de indicar su pertenencia al grupo del Banco Central.
La entidad financiera pública por antonomasia fue la Caja Postal, que mostraba el logo que compartía con Correos, para al final incorporarse a un proyecto común de toda la banca pública española como fue Argentaria.
La Caja de Ahorros de Jerez mostraba un atractivo colorido e incorporaba la correspondiente hucha de estas entidades y una eslogan algo ripioso.
En 1983 la Caja de Ahorros Provincial de Ourense celebraba sus 50 años de existencia con un llavero de llamativos colores, mostrando un logo que recordaba a la hucha cajista pero más matizada.
Con un estilo algo más rústico la Caja Rural Provincial de Granada mostraba un logo parecido al de algunos clubes de fútbol y en su reverso exhibía el escudo de su ciudad de origen.
La Caja de Ahorros de Málaga, una de las piezas fundamentales de la futura Unicaja, decidió innovar creando un llavero, que además de incorporar el plástico, se asemejaba a una tarjeta de crédito y mostrando un logo renovado de la entidad.
.- Cajas de cerillas
El extinto Banco de Fomento presentaba una imagen fuerte en esta caja de cerillas, creando una conjunción tenebrista entre sus siglas y mostrando el nombre de la entidad con su tipografía original.
Fundado en 1972, el Banco Industrial del Mediterráneo, acabó integrándose en en 1979 en la polémica Banca Catalana hasta su incorporación en 1984 a la esfera del Banco de Vizcaya. Destacamos la calidez del color burdeos usado, y sobre todo el sinuoso logotipo que conformaba el acrónimo por el que era conocida la entidad, esto es, BIM.
Uno de los pilares del BBV, conformado junto con el Banco de Bilbao en 1989, el Banco de Vizcaya, cuya fundación se remonta a 1901, promocionaba en esta caja de cerillas su llamada Cuenta de crédito familiar, a la vez que mostraba esa estilizada V que le servía de emblema. En el reverso se mostraba una fotografía de un supuesto cliente que anotaba en una libreta de anillas una serie de cuentas.
Este banco, de nombre con ecos coloniales, fue el germen de la presencia en España del Deutsche Bank, el cual compró el banco en su totalidad en 1994, haciendo desaparecer la marca Bancotrans. Su expeditivo logo era un encaje de dos piezas irregulares, con gran fuerza y enmarcadas en un rectángulo.
La Caja de Ahorros Provincial de Málaga fue una de las 5 cajas andaluzas que en 1991 decidieron fusionarse para crear Unicaja. Destaca su emblema de corte historicista con una interpretación del escudo de la ciudad de origen, al que se le añaden figuras clásicas, laureles y el título de la entidad dispuesto en una orla. A todo ello se le une una fotografía de El Cenachero, una de las estatuas más representativas de la ciudad de Málaga. El carácter localista remarcado en su excelencia.
.- Pines
Hubo una época en que algunos grandes bancos concibieron cuentas de ahorro con nombres de animales. Tal fue el caso del Banco de Santander, que estableció la llamada Superlibreta del elefante, en cuya campaña de promoción regalaron diversos pines protagonizado por el orondo paquidermo rojo que sujetaba una minúscula peseta con su trompa.
Otros bancos se limitaban a entregar un pin más sencillo, caso del Banco Central Hispano, creado en 1991, que con este alfiler decorativo presentaba el logotipo de la entidad, esa especie de abanico, sol o concha indefinida
Como la inexistencia del ánimo de exhaustividad es uno de los pilares de este Parche nos centraremos en tres de esos objetos mínimos, aunque sabrosos, ofrecidos por los bancos a su excelsa clientela.
.- Llaveros
El Banco Hispano Americano, también antes de otra macrofusión, con un logotipo bastante vanguardista, que puede recordar a un amanecer, o como fue en tal caso, un ocaso.
Con su denominación en catalán el Banco de Sabadell recuerda su origen, además de mostrar una pintoresca escena decimonónica de la actividad bancaria.
El pequeño Banco de Granada mostraba en su reverso el símbolo más granado de la ciudad de origen, además de indicar su pertenencia al grupo del Banco Central.
En 1983 la Caja de Ahorros Provincial de Ourense celebraba sus 50 años de existencia con un llavero de llamativos colores, mostrando un logo que recordaba a la hucha cajista pero más matizada.
Con un estilo algo más rústico la Caja Rural Provincial de Granada mostraba un logo parecido al de algunos clubes de fútbol y en su reverso exhibía el escudo de su ciudad de origen.
.- Cajas de cerillas
Fundado en 1972, el Banco Industrial del Mediterráneo, acabó integrándose en en 1979 en la polémica Banca Catalana hasta su incorporación en 1984 a la esfera del Banco de Vizcaya. Destacamos la calidez del color burdeos usado, y sobre todo el sinuoso logotipo que conformaba el acrónimo por el que era conocida la entidad, esto es, BIM.
Uno de los pilares del BBV, conformado junto con el Banco de Bilbao en 1989, el Banco de Vizcaya, cuya fundación se remonta a 1901, promocionaba en esta caja de cerillas su llamada Cuenta de crédito familiar, a la vez que mostraba esa estilizada V que le servía de emblema. En el reverso se mostraba una fotografía de un supuesto cliente que anotaba en una libreta de anillas una serie de cuentas.
Este banco, de nombre con ecos coloniales, fue el germen de la presencia en España del Deutsche Bank, el cual compró el banco en su totalidad en 1994, haciendo desaparecer la marca Bancotrans. Su expeditivo logo era un encaje de dos piezas irregulares, con gran fuerza y enmarcadas en un rectángulo.
La Caja de Ahorros Provincial de Málaga fue una de las 5 cajas andaluzas que en 1991 decidieron fusionarse para crear Unicaja. Destaca su emblema de corte historicista con una interpretación del escudo de la ciudad de origen, al que se le añaden figuras clásicas, laureles y el título de la entidad dispuesto en una orla. A todo ello se le une una fotografía de El Cenachero, una de las estatuas más representativas de la ciudad de Málaga. El carácter localista remarcado en su excelencia.
.- Pines
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