Los restaurantes chinos, o más bien sus rótulos, han sido objeto de publicación y seguimiento en este Parche de forma regular, dejando siempre como algo tangencial la decoración exterior de estos establecimientos ( la interior merecería un estudio de un calado sideral ), con un gran número de elementos en común y un estilo decorativo muy marcado.
Los componentes más representativos son las columnas serpenteadas con la forma de un dragón cuya cabeza la corona con las fauces bien abiertas; así como esas estructuras, con función de marquesina, y recogidas de las pagodas, con esos salientes tan oblicuos y cierta aparatosidad contenida.
Luego, existen elementos más particulares a cada restaurante, pero siempre dentro de la onda chinesca u oriental, que en el caso de este clásico local torremolinense lo encontramos en el enrejado de las ventanas, que simulan ser un trasunto de hojas da bambú, bien reverdecidas y acompañadas de los inefables osos panda, para que nada se escape de esta línea artística más vegetariana.
En fin, todo un refrito entre lo exótico y lo kitsch, más grasiento que un rollito de primavera pero con cierto regusto culpable, como el pollo al limón. Congratula que el nombre no sea el típico Gran Muralla, si no uno más matizado
Gran Mundo. Grandes expectativas.
Ubicación: Avenida de Isabel Manoja ( Torremolinos )
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