De vez en cuando una visión arquitectónica deja paso a una sensación rara, a un sentimiento extraño, más aún cuando tal visión se enriquece por un decadentismo exacerbado y harto evidente. Tal es el caso de este inquietante conjunto de modestas y circulares construcciones, con una datación/filiación ente los años 70 y 80 pasados, situado sobre un algo lúgubre parque que cubre un parking subterráneo frente a la estación central de ferrocarriles de Praga.
Diversas edificaciones, todas de planta circular y una sola altura, jalonan de forma dispersa los montículos y campos de césped que componen este desangelado parque urbano y que poseen varias funciones, tales como accesos al aparcamiento o respiraderos del mismo. Tales hongos arquitectónicos, decorados con profusas y alicaídas viseras de aluminio y devorados por
graffitis callejeros poseen un estilo que se quiere funcional, de amargo regusto soviético, con todas las implicaciones futuristas y adelantadas que ello supone, pero que devienen en amenazantes y algo tétricos hitos espaciales puesto que tales edificaciones recuerdan a naves extraterrestres ( impagables aquellas con esos contrafuertes exteriores a lo
Niemeyer ), bien recién aterrizadas, bien, y más extravagante aún, emergidas del centro de la Tierra.
Su estado de conservación raya en lo lamentable, destilando un desasosegante aroma de abandono, lo cual hace que, sumado a una concepción estética intrigante y sospechosa, entremos de lleno en lo que podríamos denominar el escepticismo arquitectónico, plegado entre la ductilidad formal, el mantenimiento oblicuo y la visualización narrativa más marciana.
Ubicación: C/ Wilsonova ( Praga )
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