Serie B: rótulos (4)


El rotulismo y la clase nunca han estado reñidos. Y mucho menos el acierto en nombrar a los negocios. El de hoy, perteneciente a un snack-bar, todo un concepto tan ochentero como periclitado, es un rótulo de índole revolucionaria ( la peor de todas, esto es, la francesa ), que toma el nombre de un miembro de los Estados Generales, todo un bon vivant, de gustos exquisitos y autor de insolentes invectivas. Como no podía ser de otra manera, acompaña a dicho nombre, los mayores símbolos del dandismo diletante y la prestancia arrogante, un bastón y un sombrero de copa, de exquisito diseño y añorado recuerdo. El deterioro del rótulo, que acompaña al local, ya cerrado y totalmente decadente y sucio, no es más que una muestra que el tiempo de las buenas formas y del arte de vivir se encuentra absolutamente en retroceso o bien desaparecido. Como perdido en el espacio.

Ubicación: C/ San Lorenzo, esquina con C/ Duquesa de Parcent ( Málaga )

Comentarios

  1. En los años setenta hubo una curiosa moda por lo retro. Incluso algunos grupos musicales psicodélicos combinaban sus melenas y sus largas barbas con chisteras y levitas decimonónicas. Fue un retorno al romanticismo que debería historiarse, al igual que hubo también una recuperación del art-noveau en cartelería y tipografía.
    Hermanos de esta rótulo de Savarin, que creo más de los setenta que de los ochenta, fueron otros emblemas ya desaparecidos: la discoteca Madson Club en Benalmádena, y la tienda Chevalier en Torremolinos. Lamentablemente ya no quedan caballeros...

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