Las tapas de alcantarilla siguen ofreciendo información que, aunque pisoteada y escupida, ilustra las antiguas nomenclaturas de extintas compañías o de organismos públicos periclitados, caso de este
Ministerio de la Vivienda, de evidente tufillo franquista ( aunque se recuperara en tiempos zapateriles ) y que al parecer también se encargaba de labores de alcantarillado. Ahí queda, de un utilidad evidente pero por los suelos.
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