Los extras del Parche (6): el Parque del Oeste (II): las esculturas
Sin duda alguna el mayor reconocimiento que se le atribuye a este parque malagueño es la colección de esculturas, obras del pintor y escultor alemán Stefan von Reiswitz, que se hayan diseminadas por todos sus rincones, estanques y veredas. Son unas estatuas que aúnan el rigor surrealista de su autor, alimentándolas de componentes tanto dadaístas como ultraexpresionistas, con un gusto por la hibridación y el sentimiento irreal, creando raros artefactos, como si de un collage tridimensional se tratara, incorporando un humor sutil y proponiendo un discurso entre lo pesimista y lo chocante para perpetrar un sonido visual que impacte en el paseante, y todo ello agarrándose a temáticas fabulísticas/fabulosas y ecos mitológicos, sin perder de vista el mundo animal pero tratado/triturado con una visión desasosegante.
Sin pretender ser un catálogo de la vasta y excepcional obra expuesta, nos limitaremos a mostrar algunos de los elementos más señeros, agrupándolos en imposibles bloques:
.- Apuntes mitológicos: traslación de imágenes mitológicas pasadas por el tamiz de la idealización. Destacamos las caretas de faunos colocadas como si de platos decorativos se tratara:
.- El zoo de la excentricidad: estrafalarios y extraordinarios animales de cercanas presencias pero bizarras visiones, envejecidos, bramadores, extrañamente placenteros:
En fin, un extraordinario viaje a través de las inquietudes de un autor soberbio, a veces inextricable pero de una sensibilidad tangencial que apabulla a todo aquel que osa introducirse en esta versión urbana e insolente del Sacro Bosque de Bomarzo.
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