Serie F: objetuando (21)
La evolución en el mobiliario casero ha sido totalmente revolucionaria, sobre todo a partir de la asunción del paradigma sueco. Y aunque ahora está de moda lo vintage y lo retro, no deja de ser una suerte de memorabilia nostálgica de unos pocos o el apunte puntilloso y relamido de esos que vienen a llamarse hipster. Lo que pretendemos con esta sucinta entrada es poner en presente la presencia arrinconada y desfasada de ciertos elementos de un mobiliario casero tan jugoso como periclitado. Nos referimos a los sillones de escay, ese material que pretendía imitar al cuero, con consecuencias dolorosas para aquella piel desnuda que debido al sudor casi se fusionaba con dicho material. Pero la imitación de la materia prima no estaba reñida con el gusto cromático, y de esta forma aparecían auténticas maravillas coloridas, caso de este soberbio verde botella, elegante y señorial.
Pero la revolución mobiliaria también afectó al diseño y a los modelos. Es por ello que los protagonistas del descanso que arriba aparecen son unos modelos de sofás totalmente aniquilados a día de hoy: el butacón ( sustituido por el sillón relax ) y el tresillo, o sofá de tres plazas perfectamente delimitadas, totalmente descatalogado y reemplazado por onerosos sofás corridos o de amplios asientos. Se habrá ganado en comodidad, pero se ha perdido en prestancia.
Ubicación: Hall de entrada del Edificio Las Dalias, C/ Pontevedra ( Torremolinos )
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