La concreción es una regla de oro dentro de los rótulos, que quede claro lo que se anuncia, sin que ello esté reñido con el diseño o la decoración profusa, siempre y cuando no oculte el mensaje. Así mismo hay que evitar la proliferación de sub-rótulos que ahonden en lo errático del asunto. Pues bien, el rótulo de hoy se multiplica por cuatro, combinando tamaños aunque sin distinciones de diseño, todo ello para anunciar un salón recreativo en el que predomina el billar, de ahí el abuso de palos y bolas de ese juego, que sirven de estructura para repartir nombres y usos del negocio en formas diagonales y quebradas, haciendo todo un lío al que pretenda leerlo. Y para rematar el desaguisado se colocan una especie de criptogramas que completan el elenco lúcido del negocio, en concreto ping-pong y dardos. Y encima todo ello colocado de manera deslucida y desganada. Así no dan ganas de jugar a nada.
Ubicación: C/ Realenga de San Luis ( Málaga )
Nota: este rótulo ya no existe.
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