Serie F: objetuando (8)


Los buzones de correos son compañeros habituales durante los paseos callejeros, sobre todo aquellos que siguen el tipo clásico de artefacto de hierro, pintado de amarillo. Pero en diversos edificios postales existen otros modelos de buzones encastrados a la pared, siendo básicamente una ranura y un elemento decorativo para disimular aquella. El de hoy es uno de los ejemplos más llamativos de esta opción, usando para ello dos rostros de león, con la boca desencajada y el gesto rancio; pareciéndose, en cierta medida, bien a ciertos surtidores de fuentes públicas con ínfulas; bien a máscaras trágicas grecorromanas. Todo esto para una acción tan escasa como inusual, como es echar una carta al buzón.

Ubicación: Edificio de Correos, Avenida de Palma de Mallorca ( Torremolinos )

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