Serie D: arqui_texturas (59): el zoo de Amberes


Y en concreto su portada, su gloriosa, esplendorosa y reluciente portada. Inaugurado en 1843, fue el primer zoo en suelo belga, siendo uno de los más antiguos de Europa y que se benefició del carácter portuario a la hora de conseguir animales, además de la presencia del prestigioso zoólogo Jacques Kets como primer director de la institución.


Su construcción decimonónica se expresa y relata en esa portada de entra maravillosa y apabullante, con esos mosaicos fulgurantes del león y el tigre, de un preciosismo casi bizantino; o esas esculturas de un cisne y águila, llenas de fuerza, que rematan las muy inglesas techumbres de los bloques centrales de esta rotunda portada. Todo un compendio del estilo de una época, impregnado del espíritu de la inminente Secession y anticipándose a un cercano art noveau, al mismo tiempo que exuda un toque clasicista y academicista en lo conceptual.


Aunque su interior conserva todavía algunos elementos decimonónicos ( cada vez menos ), como complemento a esta entrada principal destaquemos el cuerpo edilicio que le sigue, el edificio de la institución que gestionaba el parque desde su fundación, la llamada Société Royele de Zoologie, un mayestático edificio de corte modernista cuajado de serigrafías y azulejerías también de una pertinente temática faunística.


Construcción rematada en uno de sus vértices por una soberbia escultura de un camello cabalgado por un hombre semidesnudo y de rasgos negroides. Un toque colonialista, muy presente en la Bélgica de la época por su presencia en África a través del Congo belga, que irradia a todo este proyecto y concepto zoológico, muy cuestionado hoy en día, pero del que no debemos negar su destilación estética, condenando los exabruptos del momento pero quedándonos con su legado arqueológico cultural, tan fabuloso como seductor.

Ubicación: Plaza de la Reina Astrid ( Amberes )

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