Serie C: decadencias (46): Hotel Los Álamos
Los edificios abandonados siempre tienen un cierto hálito de poética herrumbrosa y melancólica, su visión puede dar lugar a pensamientos acerca de la fugacidad vital y el deterioro inexorable de la existencia fugaz. Pero toda esta farfolla dialéctica se queda en migajas ante la visión de este hotel torremolinense, de nulo interés arquitectónico, salvo que consideremos como un valor su feísmo intrínseco, expresado en esas abominables balaustradas o su concepción edilicia sin más, sosa y arrítmica como pocas, aunque muy ligada al fenómeno constructivo que proliferó 30 años atrás en la Costa del Sol, siendo un jalón menor dentro de la inundación hotelera vivida en la zona pero sin la gracia ni el estilo de los grandes.
Perteneciente a la quebrada cadena Summa y abandonado en 2014, este hotel varado, de 122 habitaciones, que casi roza la denigración estética es ahora propiedad de la Seguridad Social, que no sabe qué hacer con semejante armatoste, mientras es saqueado y okupado de forma encolerizada, dejando al aire sus vergüenzas estilísticas, así como buena parte del trillado mobiliario interior.
Tal labor extractiva y deconstructiva ha dejado unas imágenes desoladoras e inquietantes, más propias de un paisaje nuclear después de la catástrofe o bien fruto de una demoledora explosión de gas, creando unas estampas solariegas y un punto desasosegantes, parecidas a ciertos paisajes apocalípticos o repletas de esa quietud contenida de un cuadro de Hooper.
No podíamos dejar de mencionar el conjunto rotulista que acompaña y anuncia a este hotel, y que van desde lo insulso hasta lo castizo/costero, pasando por el toque andalucista. Demasiado gazpacho para tan poco recipiente.
Ubicación: Avenida de Manuel Fraga Iribarne ( Torremolinos )
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