Inaugurada en 1933, como bien luce en su pétreo letrero de la entrada, la antigua prisión provincial de Málaga, insertada en la actualidad en plena ciudad, fue diseñada bajo las directrices arquitectónicas de la época establecidas por el arquitecto de la Dirección General de Prisiones,
Vicente Agustí Elguero.
Ocupando una cuadrangular pastilla de terreno de más de 10.000 metros cuadrados, destaca por el fornido perímetro rocoso que rodea el recinto, vigilado por unas características garitas de vigilancia, de lejano sabor medieval, y que solo se abre con dos portones metálicos, uno como entrada principal y otro como entrada de vehículos.
Clausurada en verano de 2009, la titularidad pasó a manos del ayuntamiento de la ciudad, y desde entonces duerme el sueño de los justos, degradándose de forma paulatina, sirviendo de vertedero de multitud de basuras y deambulando entre las mesas institucionales para albergar todo tipo de proyectos culturales/sociales/vecinales, sin concretarse ninguno y por ende, aparcándose su rehabilitación continuamente. De este modo, emerge como un mastodóntico y añejo edificio en pleno distrito de Cruz de Humilladero, con mucho pasado, lamentable presente e incierto futuro. Únicamente, en el último mes se colocó una pequeña placa en memoria de los represaliados en esta prisión durante el periodo de las postguerra. Somero gesto que no palia la evidente decadencia global de la edificación.
Ubicación: Avenida de Ortega y Gasset ( Málaga )
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