Serie E: bizarrías (26)

Dentro de la plaga graffitera que asola a las modernas ciudades, hay también pintadas de auteur, con su firma y todo, pudiéndose establecer corrientes pictóricas o líneas de trabajo; hasta incluso hay programas estilísticos completos, como el que hoy nos ocupa, cuyo circense autor explota una misma figura apayasada para expresar una filosofía vital reducida a frases machaconas sacadas de guías de autoayuda o de un huevo sorpresa. Las faltas de ortografía seguro que son tomadas como proclamas antisistema contra la ferocidad académica. Con todo, tales pintadas tienen este toque años 70, como esos cuadros de payasos tristes y alegres que decoraban las paredes de muchas habitaciones infantiles. Ahora se dedican a contaminar muros y a seguir pontificando. Pues vale.