Serie C: decadencias (14): Los Baños del Carmen
El verano nos lleva a ejercicios nostálgicos de épocas en las que descanso y sutileza, divertimento y clase, se daban la mano. Para ello surgió, en 1918, de la mano de la alta burguesía local, a las afueras de la ciudad de Málaga un espacio que aunaba diversión y relajamiento, deporte y ocio, fiestas y encanto, todo ello al borde del mar, conjugando el concepto finisecular de balneario con el de club elitista. Son los llamados Baños del Carmen.
Se trata de un conjunto arquitectónico formado por un pabellón central ( la zona de restauración ), la franja de baño ( una pedregosa y angosta playa ), la zona deportiva ( de la que resaltan dos pistas de tenis ) y una vasta parcela arbolada que sirvió tanto de aparcamiento como de camping. El estilo de la construcción rezuma un aire colonial, con toques de villa mediterránea y un cierto eco a los rayados ambientes bañistas de la Costa Azul. Un estilo que queda remarcado por esas columnas clásicas, el uso del azul y el blanco como colores predominantes y la diafanidad de todos los espacios.
La decadencia en la que esta sumido este marítimo rincón es abisal. Carcomido por la dejadez y el abandono y pendiente de una rehabilitación que nunca llega; este espacio se halla en un estado lamentable, cercano a la ruina, pero en el que aún resuena el bullicio de su época dorada, la algarabía de los bañistas, el jolgorio del solaz. Las huellas de tales ecos las encontramos rodeadas de óxido y de suciedad, devoradas por los rastrojos y la arena; y de esa forma emergen, entre la postergación y el descuido, una enorme pajarera o una fuente de la que dicen manaba vino.
Pero la distinción y el refinamiento no gustan, y menos aún si se refieren al pasado. De ahí la desidia en la recuperación institucional de este espacio tan señero en la historia urbana malacitana. Y en lugar de una recuperación se ha producido una "ocupación " de amplios espacios del recinto por parte de okupas y otros colectivos de la "nueva sociedad", poniendo con ello la guinda a este pastel decadente. Signo de los tiempos.
Ubicación: C/ Bolivia ( Málaga )
Se trata de un conjunto arquitectónico formado por un pabellón central ( la zona de restauración ), la franja de baño ( una pedregosa y angosta playa ), la zona deportiva ( de la que resaltan dos pistas de tenis ) y una vasta parcela arbolada que sirvió tanto de aparcamiento como de camping. El estilo de la construcción rezuma un aire colonial, con toques de villa mediterránea y un cierto eco a los rayados ambientes bañistas de la Costa Azul. Un estilo que queda remarcado por esas columnas clásicas, el uso del azul y el blanco como colores predominantes y la diafanidad de todos los espacios.
La decadencia en la que esta sumido este marítimo rincón es abisal. Carcomido por la dejadez y el abandono y pendiente de una rehabilitación que nunca llega; este espacio se halla en un estado lamentable, cercano a la ruina, pero en el que aún resuena el bullicio de su época dorada, la algarabía de los bañistas, el jolgorio del solaz. Las huellas de tales ecos las encontramos rodeadas de óxido y de suciedad, devoradas por los rastrojos y la arena; y de esa forma emergen, entre la postergación y el descuido, una enorme pajarera o una fuente de la que dicen manaba vino.
Pero la distinción y el refinamiento no gustan, y menos aún si se refieren al pasado. De ahí la desidia en la recuperación institucional de este espacio tan señero en la historia urbana malacitana. Y en lugar de una recuperación se ha producido una "ocupación " de amplios espacios del recinto por parte de okupas y otros colectivos de la "nueva sociedad", poniendo con ello la guinda a este pastel decadente. Signo de los tiempos.
Ubicación: C/ Bolivia ( Málaga )
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