No siempre la parte gráfico-visual de un rótulo es la más destacada. En raras ocasiones se va más allá de la mera indicación nominal-comercial-corporativa, añadiéndose un aporte literario que amplía horizontes e incide en la necesidad consumista. Es el caso de ese rótulo que acompaña a otro insulso de una tienda de deportes y que ofrece una frase que remite a aquel espléndido eslogan de los años 80 inventado por el inefable y certero
Manuel Luque para una marca de detergentes, y con el que coincide en la imprecación al consumidor a que compare el producto y si encuentra algo mejor... . Publicidad arriesgada en su tiempo que hoy suena a reto desfasado. Con todo, sigue teniendo toda la razón.
Ubicación: C/ La Unión ( Málaga )
me gustan esos puntos suspensivos en otro color.... un innovador el caballero
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