Serie F: objetuando (36)

La gran plaga que sacude actualmente a toda ciudad que se precie es la proliferación de terrazas, con las consabidas y omnipresentes mesas y sillas que inundan toda acera que vean a su paso. Existen intentos de control de tal desbarajuste ocupacional usando sistemas de medición, muescas en el suelo y cosas así; aunque sin duda el artilugio por excelencia para el acotamiento del desparrame comercial sea la valla, cortante y serena, que también otorga cierto plus de decoración al conjunto. Unas vallas que pueden ser personalizadas o bien servir de soporte publicitarios, siendo estas últimas susceptibles de presentar antiguos logotipos comerciales o de mostrar la evolución de los mismos. Es el caso que hoy presentamos, una oxidada valla que ofrece el inamovible logotipo de Coca-Cola, aunque con la ochentera, y ya desaparecida, coletilla Coke, que solía acompañar a tal marca hasta hace unos años. Utilidad, publicidad y diseño, todo en uno.