Serie F: objetuando (25): Especial tiradores


Hay objetos tan presentes en nuestra vida cotidiana que apenas les prestamos atención, pese a su loable utilidad y su manoseada presencia. Nos referimos a los tiradores de las puertas ( también conocidos como mangos o pomos ), groseramente obviados ante la supuesta nobleza de las puertas, o sus materiales, pero absolutamente necesarios para darle sentido a las mismas.


Como todo objeto que se precie también ha estado sujeto a los vaivenes de la moda y las tendencias, o bien adaptándose a las épocas para incardinarse de forma adecuada a los conjuntos generales a los que pertenecían. Y aunque el metal es el material predominante, también hay ejemplos en plásticos y metacrilato, que en el caso mostrado posee un toque barroco rojizo.


No podemos olvidar algún ejemplo de madera, con ese deje entre selvático y arbóreo. Delirio de exoticidad.


Luego tenemos los que aprovechan el tirador como signo corporativo, para colocar su logotipo dentro del tirador o, incluso, hacer del tirador y del logo la misma cosa. Es una faceta usada por bancos ( caso de ese antiguo logo del BCH ), complejos residenciales y demás negocios.


También están los que aprovechan para colocar en tan manoseado objeto las siglas del negocio, caso del ejemplo de arriba, que se refiere a una cafetería y que destaca por su trazado lleno de aristas y juego rectilíneo.


Y para concluir, otro apunte de tirador comercial, sonriente y soleado, con la gracia de estar partido por la mitad.
En fin, un sucinto repaso a diversos tiradores con cierta solera y gracejo. Tiren y vean.



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