Ya hemos expuesto diversos ejemplos en esta serie de esa moda, que recorrió la nomenclatura de muchos negocios en los años 70 y 80, y que se basaba en usar términos y nombres geográficos, sobre todo de ciudades o países, que sirvieran como título del negocio. Y es que ello le confería al asunto un presunto halo de modernidad y cosmopolitismo, arraigado en el trasvase de fronteras, y es que todo lo bueno venía de fuera, o debería. Y el ejemplo de hoy roza el paroxismo de ese aperturismo foráneo, comenzando en la capital francesa e irradiando hacia afuera, como bien expresa el sufijo
inter, dotando al conjunto de un aire de línea de ferrocarril, de presunción elegante y fina. Y todo ello para un bar, eso sí, enfrente de la estación de trenes.
Ubicación: C/ Explanada de la Estación ( Málaga )
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