Despedida y cierre


 10 años y 1 día, como si se tratase de una condena, una condena maravillosa. Eso es lo que ha durado esta aventura de Un parche en el ojo, aunque ya llevara más de un año sin actualizarse; así que aprovechando tan feliz efeméride he decido clausurar de forma oficial este blog, aunque todas sus entradas publicadas seguirán estando a disposición y deleite de nuestros sufridos seguidores, algunos permanentes, otros ocasionales, todos bienvenidos. 

Ha sido una década intensa de rótulos, cacharritos, decadencias y demás material gráfico y urbano puesto a disposición del común, en toda una labor que combinaba la arqueología urbana, el interés tipográfico, el deleite gráfico y el cotilleo contumaz.

Redordar que esta aventura continúa en Instagram, con el mismo nombre ( @unparcheenelojo ) aunque con otros mimbres, dedicados al turisteo pasado, el folleto no folletinesco y la pasión por el rincón pasado.

Así que, sin más, me despido dando de nuevo las gracias y felicitándome por todos aquellos a los que este blog les aportó una pizca de felicidad. 

Adiós y cuídense mucho,

Ricimer.

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