Serie K: estatuaria (53): monumento a Leonardo da Vinci


El 2 de mayo de 1519 moría en Amboise una de las figuras claves del arte y la sabiduría de toda la historia de Occidente, Leonardo da Vinci. Expresión vívida y recalcitrante de lo que siempre se ha considerado un hombre del Renacimiento, un artista total, expansivo, incisivo e incesante hasta el paroxismo.


Nacido muy cerca de Florencia vivió una vida arrebatadora de acontecimientos y vivencias, deambulando siempre entre las más conspicuas cortes de la época y desarrollando su curiosidad en todos los campos posibles del conocimiento y las artes del momento, desde la pintura a la arquitectura hasta el urbanismo y la ingeniería, la óptica y la filosofía, jalonándolo todo con multitud de inventos y cacharrerías.


Después de varias vicisitudes burocráticas, en 1872 y con motivo de la Segunda Exposición Nacional, se inauguró en Milán, en la plaza que sirve de pórtico del gran Teatro de La Scala, un laudatorio monumento a la figura de Leonardo, obra del escultor milanés Pietro Magni.


Realizado en mármol de Carrara, el conjunto monumental lo compone la figura del maestro toscano, en posición académica, expresión adusta y sentido severo, que se sitúa en un alto pedestal que descansa sobre una base flanqueada por las estatuas de sus más ínclitos discípulos, caso de Marco D'Occiono; base a su vez decorada con unos frisos corridos con las escenas más reseñables de la vida del genio italiano. Aunque para genio, el del pueblo milanés, que con su habitual sorna transalpina, denominó a este conjunto como " un litro en cuatro ", al asemejarse a una gran botella de vino con cuatro vasos adosados.


Pero como todo genio, Leonardo también tuvo sus aristas, sobre todo en referencia a las tortuosas relaciones que mantuvo con los más insignes reyes y príncipes de su época y que lo llevaron a recorrer (y muchas veces, posteriormente huir ) Florencia, Milán, Roma, París. Aunque más peliagudas han sido las aristas más contemporáneas, desde exposiciones controvertidas hasta interesadas adjudicaciones autorales de cuadros multimillonarios; por no hablar de ese afán devorador, pop y postmoderno, de una de sus obras más icónicas pero peor ponderadas, esa desabrida mujer de extraña mueca.

Ubicación: Piazza della Scala ( Milán )
Autor: Pietro Magni
Año: 1872

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