200 años después del nacimiento del pensador prusiano
Karl Marx recordamos la figura de uno de los filósofos más influyentes de la Edad Contemporánea, idolatrado por muchos y denostado por otros, con esta adusta y contundente escultura del barbudo economista, cuya presencia tiene un punto exótico desde el punto de vista occidental; pero que ubicada más allá del antiguo Telón de Acero se constituye en algo más natural e histórico.
Y allí, perdida en el recoveco de una de las colinas de la coqueta localidad checa de Karlovy Vary se encuentra esta estatua con ese aire soviético, entre la severidad y el regocijo, subida en un alto pedestal, con el escritor del
El capital sentado y vestido con luengos ropajes, lo cual le da una dimensión casi mística, como si se hallara en majestad, observando a todo el orbe de clases. Y allí sigue, solo, perdido entre la maleza.
Ubicación: Karlovy Vary ( República Checa )
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