Cada final de año se erige en canto triste por aquellos rótulos que desaparecieron a lo largo de los últimos doce meses; ofreciendo su imagen por última vez realizamos un pequeño homenaje por su pérdida, casi siempre sentida e indecorosa. La sangría de pérdidas del 2017 ha sido algo menor que la de otros años, al menos el recuento verificado de víctimas así lo ha sido. Con todo, una sola desaparición ya es mucho. Ahí van los que ya no están:
REQUIESCAT IN PARCHE
Lo del boquerón flamenco es un daño patrimonial inmenso..... qué pena
ResponderEliminarUn daño irreparable pero es que por lo que se ve ese rótulo no daba buena espina
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