Una de las leyendas más heroicas y desprendidas del imaginario medieval hispano es la protagonizada por
Alfonso Pérez de Guzmán, conocido como
Guzmán el Bueno, durante la defensa de Tarifa, en la que ofreció la vida de su hijo frente al invasor musulmán.
Durante largo tiempo la ciudad tarifeña quiso rendir tributo a este épico héroe local con una flamante escultura que lo recordara, hasta que en 1960, coincidiendo con la celebración del milenario del castillo epónimo, se levanta esta imponente escultura, de tres metros de altura, obra de
Manuel Reiné. Se presenta al noble, vestido con armas guerreras y con el gesto de arrojar el famoso cuchillo al invasor para que atajara la vida de su vástago. La idea era hacer un grupo escultórico mayor, en el que también apareciera el hijo muerto, su asesino, así como un águila atravesada con una flecha, pero razones presupuestarias dieron al traste con tan magno proyecto. Con todo, el gasto final de la obra fue de 103.000 pesetas de la época.
Ubicación: Paseo de la Alameda ( Tarifa )
Autor: Manuel Reiné Jiménez
Año: 1960
Comentarios
Publicar un comentario