En este mes tan malagueño, con esa Feria que a tantos gusta y embriaga, viene bien recordar uno de los monumentos más ligados a la tierra, aunque en este caso sea más al mar, malacitana, que impregna de recuerdos a los más mayores del lugar y que hoy se ha convertido en una especie de icono ciudadano y que ha devenido en pasto de grotescos
souvenirs y emblema de numerosos establecimientos que lo usan como reclamo
malaguita para cualquier turista despistado.
Nos estamos refiriendo, qué duda cabe, al
Cenachero, malagueñísima figura tradicional, que representa a aquellos hombres que vendían y pregonaban pescado por las calles, transportándolos en unos cestos de esparto o palma, llamados cenachos, y que rápidamente sucumbió al afán costumbrista de poetas y glosadores varios; llegando a su culmen con esta escultura, obra de
Jaime Pimentel, a principios de los años 60 pasados, que supuso la sistematización iconográfica definitiva de este modelo: pantalones arremangados,fajín, sombrero desprendido, brazos en jarra y los cenachos colgando con arte, creando una estampa y silueta tan reconocible como evocadora de un tiempo huido, barrido por la marea.
Apuntemos que la localización mostrada en las fotografías no es la actual de la escultura, que se haya en la misma plaza de la Marina, pero un tanto más elevada y más en dirección a la plaza. No es el único cambio de ubicación que ha vivido este monumento, muchos malagueños recordarán los años que estuvo ubicada en pleno Paseo de la Farola.
Y en un rincón menos concurrido y menos marítimo de la ciudad, aunque con la misma solera, como es la plaza de Bailén, se yergue la también sesentera figura del
Cenachero niño, obra del escultor
Marino Amaya, de un aire más
naïf aunque con todos los atributos de este tipo en cuestión salvo los cenachos. Fue instalada en esta ubicación para proseguir el proyecto municipal de la época de engalanamiento callejero que recurría a las figuras malacitanas prototípicas. Sin duda, una escultura algo desconocida pero impregnada de autenticidad y sencillez.
Concluyamos con un apunte anecdótico aunque sabroso. El hermanamiento entre la ciudad de Málaga y la nortemericana de Mobile, en el estado de Alabama, ha dado lugar a que en una plaza de esta última luzca una réplica del Cenachero malagueño. Esto sí que es una alianza de civilizaciones. Por cierto, me parece todo un hallazgo el nombre con el que se conoce allí a este personaje:
The Fishmonger.
Ubicación: Plaza de la Marina ( Málaga ) / Plaza de Bailén ( Málaga )
Autores: Jaime Pimentel / Marino Amaya
Año: 1964 /1962
Nota: la fotografía del Cenachero de Mobile ha sido tomada de la web:
www.malagahistoria.com/
Comentarios
Publicar un comentario