Dentro de esta serie siempre han sido muy aplaudidos aquellos rótulos arriesgados y que supieran conjugar con fortuna todos los elementos que lo conforman. Tenemos aquí un ejemplo de lo anterior, y es que sobre una base cromática tan seca como efectiva ( negro sobre amarillo, por cierto, muy usada en el rotulismo ), se crea un afortunado juego gráfico, y es que al tratarse de un taller de relojería, se decide combinar la redondez de la letra G, inicial del apellido que da nombre al negocio, con la forma canónica de un reloj; trazando y dotando a dicha letra los guarismos cardinales, como si fuera un reloj de estación sin manecillas, o al menos, sin una de ellas. El acierto de diseño es absoluto y regocijante; y es que desde esta atalaya siempre defenderemos la habilidad y destreza, así como el atino y sensibilidad gráfica, a la hora de rotular un negocio, para que todo ello nos lleve a un rótulo digno de ser " parcheado ", en el buen sentido del término.
Ubicación: C/ Eugenio Gross ( Málaga )
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